Es indiscutible que el juego más siniestro, tétrico y macabro de toda la serie de The Legend of Zelda es con diferencia Majora´s Mask, no obstante hay determinados escenarios en Ocarina of Time que tampoco son precisamente alegres. Siguiendo las pistas que aparecen en el juego y con una dosis de imaginación nada despreciable, los fans se han esmerado en buscar explicaciones racionales a las situaciones, hechos y sucesos que dotan a los videojuegos de una profundidad espeluznante. Hoy en concreto os traigo una de las teorías más firmes y extendidas por la red sobre el Pozo de Kakariko, una historia sangrienta y oscura muy acorde a los espantos que encontramos en sus profundidades.
La historia comienza a partir de las palabras del señor mayor que encontramos detrás de la casa de las skulltulas, él nos habla de un hombre que tenía un ojo capaz de ver la verdad, y que su casa se encontraba donde ahora está el pozo. El pozo, por supuesto todo gira en torno al pozo, que es uno de los lugares más sombríos de todo Hyrule. Ocultos de los curiosos en el interior del pozo encontramos una serie de estrechos pasadizos con esqueletos, habitaciones llenas de instrumentos de tortura (cuchillas, cadenas en las paredes, troncos en forma de X...), montones de carne en descomposición, agua envenenada... y la Lupa de la Verdad. ¿Porqué hay cámaras de tortura donde antes estaba la casa del hombre que podía ver la verdad?. Aquí es donde comienzas las especulaciones, y su principal protagonista es Bongo Bongo, la alimaña oscura espectral que escapó del pozo y se refugia en el Templo de las Sombras.
La historia de Bongo Bongo ideada por los fans es bastante siniestra, él era un sheikah que se dedicaba a tocar el tambor para la familia real de Hyrule, hasta que en un acto de codicia robó uno de los tesoros de su raza: la Lupa de la Verdad. La ocultó en su casa hasta que fue descubierto, pero los sheikah no querían que la existencia de la lupa saliese a la luz, por lo que crearon la prisión del ladrón bajo el suelo de su propia casa. Como castigo le amputaron las manos, le cortaron la cabeza, le colgaron de los pies y le arrancaron la piel. Con la influencia maligna del pozo su espíritu acabó por convertirse en el monstruo al que tendremos que enfrentar.
Las torturas a las que fue sometido son bastante usuales de la edad media y aun hoy día en algunos lugares es habitual que a los ladrones se les corten las manos o sean decapitados. Tampoco es extraño encontrar cámaras de tortura ocultas en torres o pozos, por lo que la historia no es del todo descabellada. Además de las manos seccionadas a la altura de las muñecas mostrando dos muñones ensangrentados, no pasa desapercibida la ausencia de cabeza, en su lugar ha desarrollado un único ojo central de color rojo, quizá otra referencia a los sheikah.
Por supuesto no son más que teorías extraoficiales, nada más que fan-fiction y que jamás ha sido confirmado por Nintendo, pero es interesante conocer todas las posibilidades y leyendas que dan a los juegos un toque extra de profundidad. Si un juego no tiene sus historias paralelas y una buena ración de mitos es que no es un buen juego.
Redactor: Ángel Plaza
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